No a la pereza

«El perezoso ambiciona, y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos» (Pr. 13:4)

Piensa por un momento en sus sueños, ahora pregúntese ¿Qué estoy haciendo para cumplirlos?, y luego HAGA ALGO al respecto. Las acciones marcan la diferencia entre los diligentes y los perezosos, y los primeros son quienes alcanzan sus sueños.

– Alejandro Calderón
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GRACIA

por Ahmed Jiménez

Cuando Dios comenzó a tratar conmigo algunas lunas atrás, una de las cosas que más me impactó y continua impactándome es el asunto de la Gracia, pues a la verdad no importa cuan buen hombre, padre o esposo llegue a ser NUNCA estaré a altura de lo que debería ser, mucho menos de lo que SE que Dios espera de mí, y sin embargo Dios me bendice A PESAR de mis cosas. Dios hace su voluntad A PESAR de Ahmed, El me bendice por encima de lo que yo hago, pienso o deseo. ¿Qué digo? Nunca oramos lo suficiente, nunca ayunamos lo suficiente, nunca adoramos lo suficiente ni siquiera para ganarnos un segundo de oxígeno del que respiramos, ¡menos aún para alcanzar un día del perdón de Dios! Y sin embargo Dios nos ama, nos bendice, nos ayuda, nos consuela, nos da su perdón. ¿Por qué? ¡POR GRACIA!