El que ocupó mi lugar
“… ¡Llévate a ese! ¡Suéltanos a Barrabas!» (Luc. 23:18)
Barrabas soy yo, eres tú. Estábamos condenados a morir por nuestros pecados, pero Jesús fue castigado en nuestro lugar. Y me soltaron a mí y a ti, y crucificaron a Jesús. Yo ya le entregué mi vida a él, me arrepentí de una vez y para siempre, y lo sigo. ¿y tú?
– Alejandro Calderón
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